Desde tiempos muy remotos, todas las culturas coinciden con el hecho de que existe una Energía Universal que impregna y sustenta al Cosmos en su totalidad y como una unidad, manifestándose en los seres vivos como Energía Vital. Incluso, tal como fue expresado por Albert Einstein en la siguiente frase, la Física moderna sostiene que todo cuanto existe en el Universo, incluido el hombre, está constituido por energía, que se manifiesta de múltiples maneras e innumerables grados de concentración:
“La realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen nuestros sentidos de engañarnos. Hemos estado completamente equivocados.
A lo que llamamos materia es energía,
cuya vibración ha sido reducida hasta ser perceptible para los sentidos”
Esta energía denominada Chi, Ki, Prana o Energía vital, según las diferentes culturas, se manifiesta como la suma total de todas las energías del cosmos, incluyendo la gravedad, el magnetismo, la electricidad, la energía solar, las ondas de radio etc., y también como energía biónica que alimenta a todos los organismos vivos. El "Ki", “Prana”, “Energía Vital” o "Chi" es para el organismo viviente, lo que la electricidad es para cualquier aparato eléctrico, sin ella, es imposible que funcione.
Muchas disciplinas han tratado de lograr el dominio y control de esta energía a través de diferentes métodos y técnicas, esto puede apreciarse por ejemplo en las Artes Marciales, en donde el control del Ki es fundamental para la formación del practicante. Los ejercicios respiratorios; los katas, tules o formas, y el grito distintivo del artista marcial pretenden desarrollar un correcto control del Ki. Así entonces, puede entenderse que el grito, kial o kihap no es un simple alarido para intimidar al adversario, sino que es una manera de exteriorizar la energía, y de transformar la esencia de la meditación en una acción concreta y dinámica.
La energía en sí misma es neutra, no es ni buena ni mala, ni positiva ni negativa, y hace que todo tienda al equilibrio. Éste es un pilar fundamental de la sanación: la enfermedad es un desequilibrio producido en el Ser, por lo tanto el paso del Ki, al restablecer el equilibrio, sana al Ser.
El Ki circula en el cuerpo humano y según cruza los diferentes planos, recibe características distintivas, las cuales pueden ser observadas en sus efectos conjuntos; así se puede distinguir:
* Kekki: es una energía nutriente cuya traducción es Ki de la Sangre. Corresponde al primer chakra. Esta energía es consumida por las células para conservar su sustancia y tener energía para la acción, esta energía se acumula en función de la alimentación para cumplir el ciclo de creación. Por sí sola no puede hacerlo, para esto recibe la ayuda del Shioki.
* Shioki: es la energía que estructura al cuerpo, acumulando la vitalidad para que éste pueda actuar y permanecer entero, a poder soportar pesadas cargas, y la capacidad de persistir para seguir existiendo. Shioki quiere decir "Ki de los minerales" . Esta es una fuerza para la cohesión. Representa la constitución de una persona. Las posibilidades básicas para la autorrealización y sus límites. Si shioki se destruye violentamente sale la Kekki en ella contenida para nutrir otras Shioki y es así que tiene la posibilidad de funcionar. Es el envase en la cual está guardada Kekki; esta energía también está relacionada con el primer chakra.
* Mizuki: este término significa "Ki del agua", es la energía de las relaciones. Esta energía vital surge cuando la persona fluye en el eterno intercambio entre ser y perecer, genera entre otras cosas los sentimientos del deseo y la capacidad de entrega y es la fuente energética de todas las emociones: el erotismo, la sexualidad, la ternura y toda percepción corporal. También posibilita el metabolismo de los alimentos. Está íntimamente relacionada con el segundo chakra. Es la energía que estructura la Kekki , unida en distintas forma shioki, posibilitando el fluir de energías de una forma a la otra, es decir que estas tres energías tienen una íntima interrelación. Esta energía debe ser guiada por otra fuerza, es decir que le debe ser mostrado el camino.
* Kuki: corresponde a la "Ki de los gases o aire". A través de esta energía se puede crecer, tomar conciencia de uno mismo. Este Ki está en estrecha relación con el tercer chakra, está encargada de la capacidad de pensamientos lógicos y de la descomposición del alimento. Kuki requiere de una energía que ayuda a orientarse a la necesidad de la propia personalidad y de los seres que están en relación directa.
* Denki: representa a la "Ki del trueno". Tiene la capacidad de poner a los seres humamos con la fuerza creadora, provocando en primer momento susto y temor, pero a la vez es una experiencia purificadora que ayuda a encontrar soluciones en las cuestiones mundanas. Genera entre otras cosas los sentimientos de amor, compasión, tolerancia, confianza en Dios; pero con la condición de que durante la influencia de esta energía no sean desviadas las atenciones. Para que Denki sea guiado y su propio desarrollo no se vea frenado a causa de su disolución completa en la comunidad se necesita otra energía vital. Denki está en correspondencia con el cuarto chakra.
* Jiki: “Energía magnética o acumulativa". Ayuda al ser humano a encontrar en cada situación el complemento justo de su propio ser. Este especial campo magnético está a disposición del ser humano, cuano este acepta uniones permanentes y responsables. Provoca carisma y la estructuración de la propia forma según la verdadera voluntad. Es de origen divino y contiene la fuerza creadora, lo verdadero, lo bello y lo bueno, por lo tanto Jiki representa la energía de la estética, la belleza y el arte en cada forma. La expresión magnética de esta energía vital está relacionada con el quinto chakra. Para que esta energía actúe conjuntamente en función de un sentido plenamente compartido con todas las otras energías y puedan ser utilizadas en el proceso vital, debe existir una energía con capacidad de dirección que logre un equilibrio estable de los flujos en el conjunto del sistema.
* Reiki: "Energía del Alma ó Espiritual". Es la energía vital de calidad más cercana a la fuerza creadora, es la fuente de vida en el mundo material. Regula entre sí a las tres personalidades, el Niño Interior, el Yo Medio y el Yo Superior, relacionándolas entre sí y formando un sistema en vez de tender a separarse a causa de sus diferentes propiedades.
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