Como era de esperar, la mayoría de los sentidos de los animales o los instintos son mucho más afinado y sensible que los humanos (aunque algunos animales son más desarrollados que otros, como los delfines). Como resultado, los chakras animales son generalmente mucho más brillantes y más grandes en comparación con los de los seres humanos. Su fuerte sexto sentido emana desde el centro sensorial primario, uno de los veintiùn chakras menores. Esta se encuentra en el puente de la nariz, por debajo del tercer ojo o chakra del entrecejo.
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